Dentro del país existen lugares con significativo valor natural, ricos en flora y fauna, que con el tiempo hemos aprendido a cuidar y a manejar, de manera que estos sitios sean antrópicamente poco intervenidos. En este sentido, es que hemos querido darle importancia al cuidado de los humedales, ya que estos son altamente vulnerables a la degradación ambiental, comprometiendo los importantes beneficios que proporcionan estos para el desarrollo de la sociedad. Pero, ¿qué es precisamente un humedal? o ¿a qué nos referimos con el término humedal?
Algunos autores tienen su propia definición acerca del concepto, quizás un tanto distantes en cuanto a las características básicas para ser considerado dentro de esa categoría.
Por ejemplo, la Convención Ramsar, aquella encargada de proteger los humedales en el mundo, dice que un humedal "es una extensión de pantanos, marismas...y aguas permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, saladas...cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros" (Convención Ramsar, 1971).
Dada esta definición uno podría decir entonces, que en el periodo de lluvias se forman humedales, distintos en extensión y profundidad, cumpliendo la regla de los 6 metros, pero de tipo esporádicos. Quizás en África la definición diste mucho de la acuñada en este lado del mundo, debido al escaso régimen de precipitaciones al que están sometidos, o en el Hemisferio Norte puede contemplar el aporte de aguas lluvias y nevadas provenientes de distintos cuerpos orográficos.
Entonces ¿cuál es regla para determinar a ciencia exacta el término de Humedal?
Debido a la ambigüedad que nos presentaba el concepto fue dificil determinar aquellas características que todo humedal debe cumplir, independiente del lugar donde se situe. Para ser considerado Humedal, éste debe cumplir al menos con alguna de las siguientes características:
* Al menos de forma esporádica, el terreno debe mantener vegetación hidrófila.
* El Sustrato debe estar formado por suelos hídricos.
* El suelo está saturado de agua o cubierto de aguas poco profundas, por lo menos una vez, durante la estación más productiva del año.
Ya teniendo claros estas tres bases para determinar un Humedal, es que surgen las siguientes preguntas:
¿En qué radica la importancia de estos sitios?
Muchas razones nos entregan una respuesta, constituyen los ecosistemas más productivos, son extremadamanete ricos en diversidad biológica y concentración de espescies florísticas y faunísticas, concentran alrededor del 40% de los peces del mundo además de generar una serie de beneficios económicos para la humanidad, como fuentes de almacenamiento de agua, protección contra crecidas de ríos y posibles aluviones, controlando la erosión y estabilizando el litoral, a través de sus napas se filtra el agua produciéndose la carga y recarga de acuíferos, purificación de ambientes y estabilización de las condiciones climáticas locales.
Ahora que tenemos una definición más técnica y acabada del término es posible conocer los distintos actores que intervienen en este espacio geográfico, agentes que articulan el ambiente modificándolo constantemente. A través de una próxima visita a nuestro Servicio Nacional de áreas protegidas esclareceremos una serie de nuevas interrogantes que intentaremos definir en el marco de una nueva investigación, con estos conocimientos adquiridos nos lanzamos a la 2ª etapa de nuestra asignatura.
Nos vemos en El Yali!
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